La mágica aparición de la valija con dólares portada por un venezolano y la no menos mágica aparición de "testigos" claves en Miami a un día de asumir Cristina, son claros referentes que el imperio no se siente cómodo con el eje que se va construyendo en Latinoamérica y que no tiene al ALCA ni a los Estados Unidos como modelo.
Unido a sus portavoces de siempre, el imperio mostró sus dientes como lo había hecho en Venezuela y como lo hace en Bolivia.
El modelo independiente que se teje en la Argentina teniendo como base al movimiento nacional y popular, inquieta a los Estados Unidos y a sus portavoces locales. Los logros de la administración Kirchner, la disminución de la pobreza y del desempleo, el aumento del salario real en un modelo de producción y no de especulación y servicio, molesta. Y no es nuevo.
Sucedió lo mismo en 1945, cuando el entonces desconocido coronel Perón empezaba a tejer las bases de un país libre, soberano y justo.
La Unión Democrática, que mezcló radicales, comunistas, socialistas y conservadores, atacó duramente junto al entonces embajador de los EE.UU, mr. Braden, que participó activamente de su campaña electoral.
Los portavoces de las empresas extranjeras y los idiotas útiles de una izquierda que siempre confundió popular con fascismo al carecer de contacto el verdadero pueblo, se habían unido para detener el proceso de crecimiento independiente que comenzaba a instalarse en el país.
Son los mismos socios que golpearon los cuarteles en 1951 y se asociaron en 1955 a la revolución fusiladora, justificando y defendiendo sus crímenes y proscripciones y el modelo económico que comenzaba a instaurarse.
Son las mismas voces que los diarios, siempre junto a ellos, reproducen hoy atacando un nuevo modelo de desarrollo independiente que pretende instalarse en el país, con una más justa distribución de la riqueza.
Hay voces que levantan al "republicanismo" y a las que le cuesta hablar de Patria, que hablan de "democracia" y no de "justicia social", que acusan de corrupción y autoritarismo, exactamente igual que los gorilas en tiempos de los dos primeros gobiernos de Perón.
Son los sectores amnésicos, los que no quieren "memoria" porque la memoria divide a los argentinos, según afirman. Y el Gobierno de Néstor y Cristina no quiso memoria, sino justicia y verdad.
Amplificó la voz de las Madres, Abuelas, Hijos y rescató un predio significante del horror que vivió el país, como la ESMA , para dejarlo como testimonio de las voces que pretendieron callarse con el genocidio y que aún resuenan en el país, le duela a los Carrió, a los Macri, a los Nosiglia.
Es curioso como se reagrupan las fuerzas exactamente igual que en 1945. Junto al proyecto popular, el peronismo y sectores radicales y socialistas que reivindican la historia de sus partidos, de Alem, Yrigoyen y de los sindicalistas socialistas y anarquistas que lucharon siempre con el pueblo.
¿Qué molesta? El éxito de una gestión que tiene como bandera la justicia social, el desarrollo independiente y los derechos humanos.
Quedan materias pendientes y debe reconocerse, como dijo Cristina, que mientras haya un pobre no existirá la justicia social en el país.
Debe profundizarse el camino señalado y procurar una mejor distribución de la riqueza. Se tratará, como dijo la compañera presidenta, de "profundizar un modelo de acumulación económica, basado en la industrialización, transformación, en el agregado de valor y en la inclusión social".
Es por este modelo que se han molestado los que defendían y se enriquecían con el modelo de la especulación financiera de los 90. También los defensores de la patria estanciera. Y se lanzaron al ataque tratando de enlodar a la compañera presidenta.
El pueblo debe organizarse en la defensa del Gobierno del que son parte, dejar de lado problemas sectoriales y tener memoria. Apelar a la frase atribuida a Cervantes, "Ladran Sancho, señal que cabalgamos", y no detener la marcha.
Por Gastón Harispe, referente del Movimiento Octubres en el Frente para la Victoria. E-mail: gastonharispe@speedy.com.ar
AGENCIA NOVA 09/03/2008
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