miércoles, 19 de marzo de 2008

Carta de un desaparecido

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No tengo nombre. En realidad si lo tuve. Me llamaba Santiago. Santiago Guevara. Hasta hoy pienso que esos tipos que entraron y me secuestraron lo hicieron porque no me perdonaban el apellido. Ahora todos me llaman N.N. Hasta la gente cuando habla sobre mí con buena leche, menciona esa misma letra por duplicado. Hoy hacen 30 años que yo estaba en el bar...con los muchachos del barrio. De mi querido Bernal Oeste. No voy a contar lo que siguió ni como llegué aquí porque ustedes ya estuvieron 30 años repitiéndolo una y otra vez. Recuerdo que tenía una novia. Mi compañera. De vez en cuando nos gustaba ir a la ribera de Quilmes y sentarnos a charlar sobre los Bee Gees o Beatles, sobre Vox Dei o Arco Iris, sobre Ford o Chevrolet o sobre Marx y Trotszky. Siempre había un opuesto. Eso nos llamaba la atención. Pero los opuestos convivían.

Hace 30 años que 30 mil hermanos y yo venimos rezando por ustedes. Por nuestras madres y abuelas. ¿No les parece que ya están demasiado viejitas para pelear solas?. ¿Porqué no les dan una mano?. Esos tipos que nos secuestraron no pueden salir a la calle. Hasta estoy seguro de que el sargento ese debe recordar mis alaridos y mis ojos sin brillo más de una vez. Yo sé que él no duerme en paz desde hace 30 años. Por eso, siento que les gané. Ganamos. Todos. Ellos ya tienen el castigo que merecen. Pero, ¿y nosotros?. ¿Alguna vez alguien se va a preocupar por encontrarnos?. ¿A alguno le interesa saber realmente donde estamos?. ¿O tienen miedo de que si nos encuentran los retemos porque mientras a nosotros nos torturaban ustedes festejaban el mundial 78?. No se preocupen que nosotros también hubiésemos gritado los goles de Luque y Kempes. Pero estábamos ocupados en otro tipo de gritos.

Nosotros queremos ser encontrados. Necesitamos que nos busquen. Y nuestras familias lo necesitan. A veces charlando entre nosotros, llegamos a pensar que ustedes están esperando que los criminales que nos hicieron desaparecer se mueran, para así no tener a quién preguntarle dónde nos dejaron. Fantasía de olvido colectivo, la podríamos llamar. Pero quiero que mi vieja sepa donde dejarme una flor. ¿Es mucho pedir?.

Nosotros ya estamos jugados. Pasaron 30 años. ¡¡30 años!!. ¿Se imaginan ustedes las cosas que proyectábamos y soñábamos en el 76?. Pero ya está. No podemos vivir lamentándonos. En realidad no podemos vivir. No nos dejaron. Con mi novia no pudimos tener al hijo que imaginábamos. Se iba a llamar Francisco, como mi viejo. Sin embargo eso no es lo que más nos preocupa. Sería muy egoísta seguir pensando solamente en nosotros. En realidad nos preocupan ustedes.

¿Ustedes no creen que también desaparecieron un poco desde 1976?. A ver...cuéntenme qué recuerdan de sus 20 años. ¿Qué hacían?. Yo al menos recuerdo que iba a bailar a Kamote y usaba esos pantalones Oxford que me cosía la vieja. Eran horribles, pero si no me los ponía la vieja se enojaba. Y que en la facultad nos juntábamos para salir, o para hacer política, o para soñar con mejorar al mundo y al hombre. Crear al “hombre nuevo”. Pero..¿ustedes?. ¿Qué anécdotas les cuentan a sus hijos?. ¿No se dan cuenta que saltean unas 3 décadas cuando hurgan entre sus recuerdos?. ¿En serio que no sienten que los mataron a ustedes también y les hicieron desaparecer los sueños igual que a nosotros?. ¿No se acuerdan que hacían las reuniones de amigos a escondidas?. ¿O que si entraban a una librería o encendían el televisor solo encontraban mierda?. Nosotros somos capaces de olvidar que muchos apoyaron los indultos, que dejaron que se hicieran millonarios a periodistas, empresarios, políticos y curas que colaboraron con los criminales y que hoy hasta algunos de ellos nos van a homenajear. Pero...¿cómo hacemos para perdonar que nos hayan robado los sueños?. Los proyectos. ¡Yo tenía 19 años carajo!. ¿Ustedes pueden perdonar eso?. Pero a ver si me entienden. Lo que más me duele hoy son los sueños de ustedes, porque de los míos ya no quedan ni cenizas.

Ya no se los pido por mi, ni por mis 30 mil amigos. Sino por ustedes. Hagan algo por encontrarnos. Es fácil decir que los asesinos fueron unos hijos de puta o ponerse una remera del guerrillero que se llamaba como yo. ¿No pueden hacer algo para que los dictadores que aún viven les cuenten donde estamos?. Hay mucha oscuridad aquí. Y siento ese olor húmedo desde hace 30 años.

Gracias por tenernos tan en cuenta desde que no volvimos a casa. Pero ahora, me parece que es hora de que piensen un poquito en ustedes mismos. Si nos encuentran a nosotros, estoy seguro de que hallarán sus propias historias que les fueron robadas. Búsquennos. Yo sé que ustedes pueden. Búsquenme. Se los pido por favor.

Dante López Foresi

"Agenci@ EL VIGÍA"

lunes, 17 de marzo de 2008

DIA DE SAN PATRICIO


San Patricio, el patrono de los irlandeses, será conmemorado dos veces este año: el sábado 15 de marzo, por decisión del Vaticano, y también el lunes 17, su verdadero día, por todos.


Tan inédita situación augura tres noches a pura cerveza en los pubs de todo el mundo -también en los de la porteña calle 25 de Mayo-, según la manera laica de festejarlo.

Ocurre que el Vaticano decidió adelantar el Día de San Patricio debido a que la Semana Santa se extenderá entre el 16 de marzo -Domingo de Ramos- y el 23, Domingo de Resurrección; por lo que el 17 caerá en el medio de la celebración mayor del Calendario Litúrgico de la Iglesia Católica: será Lunes Santo.

Debido a que la Iglesia Católica de Irlanda no tiene autoridad para imponer una festividad menor sobre otra mayor, solicitó permiso al Vaticano para mover la fecha del santo patrono.
Según las reglas eclesiásticas, la fecha debe moverse hacia delante, hasta encontrar la primera disponible en el calendario litúrgico, pero como no había ninguna hasta el 1 de abril, el Vaticano resolvió adelantarla y decretar, por este año, el 15 de marzo como Día de San Patricio.

Aunque en un primer momento esto contrarió a los organizadores de los diversos eventos que se preparaban para festejar el 17 a toda música y bebidas, luego cayeron en cuenta que la “movida” podía hacerse entre el sábado 15 y el lunes 17, transformando la festividad en un fin de semana largo y ganancioso para todos.

Así las cosas, este año San Patricio se celebrará oficialmente en la Iglesia el sábado 15 de marzo, con la liturgia correspondiente, pero desde ese día hasta el lunes 17 incluído, no cesará de haber celebraciones laicas.
Entre éstas, figura en primerísimo lugar el desfile por la Quinta Avenida de Nueva York -sobre la que se encuentra la Iglesia de San Patricio- que reúne anualmente a más de 100.000 personas vestidas de verde, bailando y haciendo sonar sus gaitas.

Quién fué San Patricio?

Si bien existen diversas versiones sobre los años de nacimiento y muerte de San Patricio, el festejo quedó instituido en el 17 de marzo. La muerte se habría producido ese día del año 464 y como Irlanda es un país mayoritariamente católico y allí las fiestas religiosas son celebraciones nacionales, el aniversario del patrono del país no puede ser menos que un gran festejo. Además, teniendo en cuenta que ese Estado está íntimamente ligado al consumo de cerveza, ¿qué mejor que celebrar bebiendo una gran bebida?.

En realidad, el santo al que se venera en varios países del mundo nació en la localidad escocesa de Killatrick en el año 389. Su nombre real era Maewyn Succat, identidad que cambió cuando se convirtió al catolicismo.
En una redada que se realizó en su ciudad natal, Maewyn fue capturado y esclavizado. Cuando logró escapar, estudió 12 años en el monasterio de Gaul hasta que fue nombrado obispo de Irlanda. A partir de ese momento comenzó su tarea de evangelización, que duraría más de 30 años. Patricio utilizaba como insignia un trébol de 3 hojas para explicar la Santísima Trinidad (Padre, Hijo y Espíritu Santo).

Era el patrono de la comunidad irlandesa y es recordado como “el santo joven de las fiestas y la cerveza”.

En definitiva, San Patricio es, por lo menos en el imaginario popular, el pilar del catolicismo en Irlanda, su promotor y defensor. No hay Patrón Nacional que reciba un culto más ferviente y unánime que él. No hay irlandés que no ostente sobre su vestido el legendario shamrock, el trébol simbólico que San Patricio convirtiera en imagen de la Divina Trinidad.

El fenómeno argentino

La costumbre de tomar cerveza con la “excusa” de San Patricio era patrimonio de unos pocos en Argentina hasta hace algunos años, pero en los últimos tiempos la tendencia de congregarse en un lugar a tomar hasta que el cuerpo diga basta se fue masificando. El punto de mayor concentración de gente “devota” continúa siendo un rinconcito de Capital Federal, delimitado por las calles San Martín, Leandro N. Alem, Córdoba y Marcelo T. De Alvear. Las últimas ediciones convocaron alrededor de 50 mil personas y el número tiende a seguir creciendo si se tiene en cuenta el crecimiento año a año.

La rutina de la gran masa consiste en copar los bares de la zona y algún que otro supermercado o autoservicio y comenzar a beber cerveza. La gran mayoría se concentra en las calles y veredas y entre charla, baile y algún show aislado van consumiendo las horas hasta entrada la madrugada.

Como siempre, la mayoría de la gente va divertirse y a compartir una fiesta que aún desconociendo el verdadero sentido marca un momento para distenderse y compartir un vaso, varios, muchos, demasiados… de la gran anfitriona: la cerveza.

MUNDO CERVEZA